Ana Mato-Javier Rodriguez, ni cese ni dimisión




Mariano Rajoy, el otro hijo de Gepetto  saca pecho proclamando que sus colegas europeos han felicitado a su Gobierno  por la gestión del ébola y, se queda tan ancho.

Luego se asoma por el hospital Carlos III, acompañado de Nachete,  presidente de la CCAA de Madrid y propietario de un ático precioso ático en Marbella, para refrendar una gestión tan  brillante, que tienen que  enmendar con más prisa que la del correcaminos.

Total que ahora,  el hermano de Pinocho y su sequito, de tomar la decisión de mandar a sus casas a la Ministra de los confetis  Ana Mato o al  zampa bollos” o “bien comido”, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Javier Rodríguez,  pondrían de manifiesto que mintieron para ocultar una gestión infame y,  faltos de escrúpulos para desviar la atención, no dudaron en  culpar  a quien como se está demostrando en EEUU, tendrían que haber ingresado y tratada desde el primer momento en que la fiebre se manifestaba  alterando en su cuerpo.

Ahora anuncian que se prepara  una campaña de  publicidad para loar a Nachete como presidente de la Comunidad de Madrid y, de paso pagar los servicios prestados a esa tropa de mercenarios mediáticos que les aplauden.

¿Imaginan como se van a poner estos héroes del mamoneo, cuando perciban que la sociedad toma conciencia de que en lugar de quedarse en casa hay que votar para erradicar el patriotismo de tanto mal nacido?

Comentarios

  1. Todo eso que dices en tu artículo, con ser muy grave, lo es mucho menos que la sospecha fundada de que la gente, en notable mayoría, les seguirá manteniendo el contrato de arrendamiento de La Moncloa.
    ¿Qué, que no?
    Para avalar mi pesimista sospecha, ahí tienes los resultados de las últimas elecciones. Las europeas. Por mucho que se asombre la gente de la repentina irrupción de PODEMOS con su espectacular cosecha de votos, que nadie se olvide que el que ganó las europeas fue el PP.
    ¡Ay....!

    Un saludo,

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  2. Gracias Maria, se agradece el comentario y el afecto.

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