Rajoy, Rubalcaba y la sociedad española



Resulta patético comprobar con que chulería fachendosa Mariano Rajoy ningunea al considerado líder de la oposición y secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rubalcaba ha sido sin lugar a dudas un gran parlamentario, uno de los mejores oradores de las últimas legislaturas, un ministro aplicado en la lucha antiterrorista, durante ese tiempo tan reciente en que la población española consideraba el terrorismo como el primer problema social y, la oposición el principal motivo para conseguir votos.

Mi valoración respecto a Rubalcaba era positiva y, viendo los tropiezos del anterior presidente de gobierno, le  propuse desde este blog como alternativa. Su elección como candidato llegó tarde, todas las fechorías posibles las había consumado ZP y, las consecuencias las estamos pagando todos, incluido Rubalcaba.

Desde la oposición al gobierno,  las voces de Pérez Rubalcaba, Soraya Rodríguez y Elena Valenciano, resultan cuanto menos inquietantes, no para Don Mariano y esa tropa de tronquitos de madera tallados por Gepetto, maestros como su hermano Pinocho, de la mentira, sino para los ciudadanos que en general sufren y padecen los derrotes de la vida diaria sin que asome defensa alguna.

Voces inexpertas, incompetentes, nulas,  aparecen entre grotescas e incapaces a la hora de mostrar una alternativa tan necesaria como creíble. No es razonable que la gestión se caracterice por transitar escondidos por la vida, para evitar quemarse, mientras el ciudadano se achicharra día a día.

Sea la que sea la cara del próximo cartel electoral del PSOE,  está tapada,  para evitando un desgaste que el día a día descubre necesario, contemplando0 la vida tras su barrera.

Llegado el momento ese talente, por muy retocada que se muestre la foto, el ciudadano pasara la factura correspondiente a su falta de compromiso y comportamiento inoperante.

Rajoy no solo manda callar a Rubalcaba, al hacerlo, se ríe de  los ciudadanos y, lo peor es que desde el PSOE, callan para evitar quemarse.

Comentarios

  1. Los dos en un puesto de feria de tirada al blanco estarían cojonudo.

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  2. Gracias María, saber que buena gente como tu pasa y mira este rincón, anima en época de sueño, para seguir presente con mis opiniones.

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  3. Oiga que a mí también me gusta leerlo...
    ¿Y, otra cosa, esa foto es de arquitectura del noroeste, muy de costa, o no?
    Ese balcón cerrado y el cemento gris, o la piedra adintelada, afectado de la sal y niebla viguesa o de ría o de carretera provincial, por ejemplo.
    Saludos

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