Nuestros mayores, otras víctimas de la violencia política



Con motivo del «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer» Ban Ki-moon Secretario General de las Naciones Unidas exhorto a todos los gobiernos a que cumplan su promesa de poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en todas las partes del mundo, e insto a toda la población a que apoye este importante objetivo”.

Imprescindible este propósito, un deseo de la gente de bien  que ansía terminen las violaciones de los derechos humanos de nuestros semejantes, víctimas de  agresiones, violación, mutilación e incluso en numerosos casos de una muerte injusta e innecesaria.

Pero también en esa violación de derechos humanos están,  aunque tiendan a omitirse,  las consecuencias de la codicia desmedida de quienes desde el ejercicio del poder son cómplices por actuación u omisión.

¿Acaso no son víctimas las jóvenes fallecidas en la fiesta del «Madrid Arena»?.

Parece que sí, aunque puedan quedar inmunes quienes corrieron para afirmar que todo cuanto había sucedido nada tenía que ver con negligencias.  Hay que tener poca vergüenza para garantizar su deseo de esclarecer y, posteriormente dificultar la investigación para cubrir sus espadas y las de los responsables de un compadreo con evidente afán de lucro.

¿Acaso no somos víctimas de quienes proclaman eslogan contra la discriminación, al tiempo que ponen tasas que dificultan la denuncia, acrecentando el riesgo de los más desfavorecidos, esos ciudadanos paganos de todo y que al responsable de la justicia importan tan poco?.

¿Acaso no estamos desamparados ante las continuas decisiones de quien después de haber  disfrutado sin enterarse, de un vehículo «Jaguar» regalado por una trama de corruptos, fuera designada para  coordinar el “código ético” de su partido y,  es ahora Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad?.

Ana Mato, la Ministra despistada ha eliminado de los Presupuestos Generales del Estado  la partida destinada al «Servicio de Teleasistencia Domiciliaria» para el próximo año, de  forma que a partir del 1 de enero de 2013, cerca de medio millón de personas mayores, los ciudadanos más frágiles de nuestra sociedad,  podrían dejar de recibir un servicio esencial para su permanencia y seguridad en el hogar.

Se puede leer en la página web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad la explicación oficial del significado y repercusión de este servicio:


El gobierno de España, dando muestras de lo que preocupa el porvenir de este colectivo, elimina los  28,9 millones de euros que dedicaba para financiar esta prestación.

El paleto opina que estamos ante formas de  violencia ejercida de mano de un poder político que puede sentirse legitimado por las urnas, pero carece de  moral. 

Comentarios

  1. Todo lo que es discriminación es también violencia sobre la mujer. Pagar menos sueldo por un mismo puesto de trabajo es violencia, tener en cuenta el sexo de la persona para un puesto de trabajo es violencia, eliminar los derechos por maternidad es violencia...
    No sólo existe la violencia física, sino la psicológica y la social, causa esta última de políticas neoliberales tendentes a eliminar toda protección social sobre los ciudadanos.
    Saludos.

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  2. Totalmente de acuerdo con el último párrafo.
    Saludos, amigo.

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