El Vaticano rinde homenaje a Saramago









Desde la cúpula suprema del espíritu de dios, se publica tras la muerte de José Saramago, un artículo que permite entender la importancia de las ideas y la libertad, enfrentadas a la pobre utilización del idealismo, persistente en cultivar creencias inexplicables y que como en este caso, con la critica al hombre Saramgao, ponen de manifiesto que un dios sin pruebas, no es más que un huerto donde tratan de cultivar la ignorancia ética y estética.

La conferencia pronunciada por Saramago, con motivo de la entrega del premio Nobel de literatura en el año 1998, contempla uno de los capítulos más hermosos de la literatura. Un hombre ante el acto profesional, posiblemente más importante de su vida, refiriéndose a su pasado para exhibir los valores humanos de unos abuelos, capaces de poner al descubierto desde la pobreza, lo más importantes de la vida, la grandeza de abrazar la naturaleza, y convivir aliados con ella, para beneficiarse mutuamente en esa faena cotidiana que acarrea la supervivencia.

Que tras su muerte, el Vaticano trate de desprestigiar a un escritor caracterizado por ser consecuente con sus principios, demuestra el triunfo del materialismo científico que critican, sobre quienes impulsan el idealismo como argumento. No estaría mal que el espíritu que proponen desde el Vaticano, estuviera dotado de un cerebro, capaz de algo más que inventar un dios inexplicable, sin otro propósito que manejar la vida, las ideas y los sentimientos.

Si reconocieran ese cerebro como procedencia de las ideas que reflejan el pensamiento humano, posiblemente entenderían que la diferencia entre sus preocupaciones y las de los contrarios, corresponden a la realidad objetiva de que inventar un dios es un acto tan grosero, como tratar de desautorizar los postulados de un hombre leal a sus principios.

El paleto opina que ningún otro homenaje a José Saramogo, tiene la importancia del realizado de forma tan inverosímil como pueril desde el tempo de la iglesia católica, pretendiendo justificar, exactamente lo contrario de lo que la razón y la ciencia ponen de manifiesto.

Descanse en Paz el hombre y escritor.

Comentarios

  1. No sólo coincido absolutamente con tu apreciación, sino que me pregunto por qué los portavoces vaticanos (léase "Osservatore Romano") se permiten remejante reprimenda a un hombre consecuente, como dices, y además, pese a su ateísmo, mucho más próximo al espíritu evangélico que la jerarquía católica. Personalmente, esos comentarios me producen vergüenza ajena (por decirlo suavemente...).
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. No concibo y no comprendo cómo esta gente puede ser tan carroñera desde y por la muerte.En lo indefendible de sus postulados(creencias)se alzan la bondad,la coherencia y el pensamiento de un ser humano(Saramago)que lo único que hace es ser consecuente, no sólo con lo que piensa sino con la conciencia ética del hombre como resultado de un coletivo en el que se integra.

    En fin,sólo son mala gente

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Me ha dejado muy impresionado esa inmediatez, con el cadáver aún sin incinerar, que revela una especie de irrefrenable deseo vengativo, sin demostrar la menor compasión que ellos mismos predican.
    Me avergüenza profundamente ese artículo. Pero me parece tan mezquino que cumple una función no sospechada: revela con nitidez las miserias de quien lo ha escrito y de quienes lo han difundido.

    ResponderEliminar
  4. El vaticano, al igual que todo el conglomerado eclesiástico, se dedica a sembrar y cultivar la mediocridad en el ser humano, el sometimiento, la falta de criterio, el dogmatismo impresentable ante la lógica y un sin fin de hechos que la historia nos demuestra. Son enemigos del idealismo, de los librepensadores y de todo aquel que sea capaz de cuestionar sus planteamientos ancestrales, inmovilistas, anacrónicos y conservadores de su poder. Su espíritu carroñero se ve en su devenir, quemando herejes y cerrándose a cualquier argumentación lógico al amparo de la iluminación divina. Ellos son los listos, los inteligentes, los elegidos por su dios, para hacer de este mundo un rebaño al que pastorear...
    Saramago, con su pensamiento les deja en evidencia y sin argumentos para rebatir la verdad de su discurso. Su obra debe ser quemada para que no trascienda a los fieles. De eso saben, pero ahora ya no cabe eso. No son dueños de los medios y de la razón del pueblo…
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Son siempre los más incoherentes con sus propias ideas los que más critican a los que son fieles a si mismos hasta el final, como en el caso de Saramago. Éste, que fue una magnífico escritor y mejor persona hubiera tomado esas palabras de crítica por todo un homenaje, como todos creemos que fue: "Graznan, luego existo".
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Hola
    De un tiempo a esta parte la Iglesia a conseguido que el humilde que se agarraba a una fe propia y particular como a clavo ardiendo pierda las esperanzas. Antes, quien más quien menos, a su manera, creía en un "algo".
    Ahora, no es necesario mentar a Saramago para ver cuan patética empieza a ser... Solo has de fijarte en dos detalles, uno, la cara del de la foto que has puesto saludando...ufff...
    y otra, aquÍ en España, atravesando el momento que estamos atravesando, no se les olvida pedir la dichosa X en la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta... SOLIDARIDAD.
    uN SALUDO

    ResponderEliminar
  7. Al atacar a Saramago añaden mas miseria a la que ya de por si tienen.

    saludos,

    ResponderEliminar
  8. Por mucho que lo intenten jamás podrán mancillar el buen nombre de Jose Saramago y menos quienes hacen de la hipocresía su modo de vida.
    Salud, República y Socialismo

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. La Iglesia le ha puesto la guinda al extraordinario curriculum de Saramago. Lo malo hubiera sido que esa jerarquía anquilosada hubiera hablado bien de él.

    ResponderEliminar
  11. Coincido con el comentario de Arobos. SARAMAGO no necesita para nada las bendiciones de esa pandilla de cuervos, su dios igual que ellos es vengativo, deja morir todos los días a millones de niños inocentes. Ese díos inventado por eses carroñeros que sólo es bueno para ellos.
    Seguro que el MAESTRO ni después de muerto quiere tratos con ese díos.
    Bicos

    ResponderEliminar
  12. Gracias Pinto por tu homenaje al ser humano.

    ResponderEliminar
  13. Lo unico que han hecho ea ponerle un sello y certificartlo a su infierno que es nuestro cielo,en el momento que dejen pasar el pensamiento libre estarian certificando su final y ellos lo saben,saludos.

    ResponderEliminar
  14. "No creo en dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona". José Saramago

    ResponderEliminar
  15. Cerró sus ojos eternamente perdimos a uno de los nuestros adiós para siempre!!!!!
    Un cordial saludo de…
    Abstracción textos y Reflexión

    ResponderEliminar
  16. Nada más leer el artículo del Vaticano pensé que no se puede ser más mezquino, sobre todo porque dicen sobre un cadáver incluso sin enterrar aún, lo que no fueron capaces de decirle en vida. Y eso sólo da muestra de lo miserables que pueden llegar a ser algunos elementos que se creen por encima del bien y del mal, y con los dogmas de la verdad absoluta en la mano.

    Buen escrito. Saludos.

    ResponderEliminar
  17. Un escritor fuera de serie. Abrazos.

    ResponderEliminar
  18. Genial Comentario. Saludos

    ResponderEliminar
  19. Saramago y el Vaticano

    Me imagino que, a estas alturas de su muerte -¿y habrá muerto?-, Saramago estarás leyendo (¡muerto de la risa!, valga la redundancia) el último epitafio que el Vaticano le escribió. Uno de sus versos, o mas bien párrafos, dice: “Colocado lúcidamente en la parte de la cizaña en el evangélico campo de grano, se declaraba insomne por el solo pensamiento de las cruzadas o de la Inquisición, olvidando el recuerdo del ‘gulag’, de las purgas, de los genocidios, de los ‘samizdat’ culturales y religiosos”.

    Pero, ¿Se propuso Saramago, alguna vez, redimir a este mundo del pecado y del cinismo? No, a lo sumo, nos legó, entre otros, “La caverna” un lúcido retrato sociológico de esta post-modernidad deshumana y desalmada.

    Precisamente, fue esa irreverencia de su discurso literario el que le dio fama y vigencia al escritor portugués al poner pata arriba una vulgar mentira: la aceptación y legitimación ritual (porque eso es la Iglesia Católica en su jerarquía) de un orden de cosas sin ninguna correspondencia divina y mucho menos con Dios. Por ello dijo hace poco -exactamente, cuando publicó “Caín”-: “...a las insolencias reaccionarias de la Iglesia Católica hay que responder con la insolencia responsable de la inteligencia”. Fue ¡magnifico!

    Y volviendo al epitafio del Vaticano, también allí se lee este otro párrafo: “Fue un hombre y un intelectual de ninguna admisión metafísica, hasta el final anclado en una proterva confianza en el materialismo histórico, alias marxismo”. Muy cierto, en parte; pero coherentemente crítico y rebelde ante sus propias creencias políticas-ideológicas. Por ejemplo, mientras que al Vaticano le tomó siglos aceptar la realidad de curas pedofilos y aun no acaba de aceptar el abandono casi colectivo del celibato en su seno, Saramago fue capaz de confesar que “el Dios de la Biblia no era de fiar”. Entonces, ¿cómo comparar siglos de silencio y mentiras frente años de críticas, creaciones y sinceridad? Saramago -su irreverencia e ironía-, sin duda alguna, fue un niño de teta ante el Vaticano.

    Finalmente, ¿por qué el Vaticano espero la muerte de Saramago para crucificarlo y de alguna forma excomulgarlo? Probablemente, porque el Vaticano es un Estado-sistema (es decir, una categoría histórica-política) que jamás olvida a sus críticos, pero además, porque el escritor fue un ácido y lúcido historiador-revelador -a través de su libros y posturas públicas- de la liturgia y la teología con la que esa institución se ha perpetuado. Por ello, el Vaticano no desaprovechó el momento (la muerte del escritor) para cebarse impotente ante una conciencia critica. Si eso no fue cobardía y soberbia, que alguien me diga, entonces, ¿qué fue?

    Fco

    ResponderEliminar
  20. Efectivamente, no hay mejor homenaje a la verdad que gritarle mentiras. Descanse en paz y, sobre todo, en nuestras mentes y corazones.

    Carpe Diem

    ResponderEliminar
  21. A mi me gusta fijarme en la mirada de la gente, creo bastante en eso de que es el espejo del alma (o que muestra la falta de ella). Una persona sabia (no confundir con culta) de esas que han acumulado experiencias a lo largo de su vida y las trasmiten, se ve profunda, a ratos cansada, pero tan limpia como la de un bebe.
    La de Saramago, me parecía así, sin embargo fíjate bien en la del Papa actual, la veo oscura, mezquina, impropia de a quien se le supone un "santo varón" y que, por ende, no dice nada bueno de la institución anquilosada a la que representa. Pero solo son intuiciones mias quizás este equivocada...o no??

    ResponderEliminar

Publicar un comentario