Código ético del PP, para evitar otro caso Gürtel.

Suelo escuchar en el pueblo frases cargadas de ingenio, como “meter la zorra en el corral”. En las casas de labranza se aprecian las gallinas no solo por su exquisitez en pepitoria, sino también por los huevos, que estrellados, fritos, revueltos, y por supuesto en tortilla, nada tienen que ver con los del Carrefour.

A la zorra según parece le encanta el sabor de la gallina, aunque al parecer no se conforma con zamparse una, si nadie lo evita, matan una tras otra la totalidad del corral antes de darse el atracón, menudo estropicio que preparan, dicen los paisanos.

El Partido Popular, mirando con resolución el futuro, como si sintiera que se ha producido un estropicio en su seno, se ha puesto “manos a la obra”, preparando un “código ético” para evitar otro caso Gürtel. Propuesta que uno no termina de entender, pues podría parecer que existen detalles sospechosos, cuando todo apunta a que se trata de una información malintencionada, como por el momento viene a corroborar la justicia valenciana.

Resultado que el Comité Ejecutivo del Partido Popular aprobará finalmente, el Código de buenas prácticas anunciado por Mariano Rajoy, en plena ebullición del caso Gürtel, en un intento de comprometerse con la transparencia y la regeneración democrática.

Conscientes de la importancia y trascendencia que el tema requiere, por esa necesidad de blanquear el futuro, la redacción de las medidas que figurarán en el Código en cuestión, se ha encargado nada más y nada menos que a la Vicepresidenta de Organización, Ana Mato.

El paleto no puede por menos que aplaudir una decisión cargada de coherencia. Ya era hora de que los temas importantes se pongan en mano de quienes tienen conocimiento relacionado con lo que se trata.

El ex de Ana Mato y ex Alcalde de Pozuelo de Alarcón, actualmente concejal, ya que el escaño no es del partido, sino propiedad particular del elegido así como el sueldo que le proporciona, guardaba en el garaje de su domicilio coches lujosos, de los que Ana Mato, entonces su esposa, no tenía constancia.

Es de suponer que la Vicepresidenta de Organización del PP, con independencia de sus conocimientos sobre ética, habrá aprovechado la oportunidad para hablando con el padre de sus hijos, enterarse y tener constancia de lo que se cuece. Seguro que habrá preparado un código de rechupete y en pepitoria.