¿Se respeta a las víctimas de accidentes laborales?

Cuenta el Génesis que dios enfadado con el hombre le dijo: “con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás”.

Parece que algo había salido mal, el hombre creado a su imagen y semejanza, resultaría ser como diría Thomas Hobbes, en el siglo XVII, homo homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre.

Ese dios creador que condenara al hombre a trabajar para comer el pan de cada día, estará abrumado ante los derroteros de la vida, viendo que el problema para el hombre de bien en el mundo, no es el trabajo, sino la carencia de ese medio, que bien es cierto, resulta necesario para conseguir el ansiado pan.

Pero más triste resulta la mezcla de ese castigo divino (trabajador) en manos de ese hombre lobo con el hombre (empresario). El resultado aparece publicado en El País el jueves 3 de septiembre de forma discreta: “muere un obrero sepultado en una zanga sin proteger. Se trata de un obrero de origen peruano, Javier Ficher P. R., de 34 años”. Unas iniciales que dejan en el anonimato, como si de un delincuente se tratara, la personalidad de un condenado por dios a ganar el pan con el sudor de su frente y posiblemente la codicia de otros hombres que podrían haber realizado contrataciones irregulares o no poner a disposición de la plantilla los medios legales establecidos para evitar este tipo de incidentes. La noticia termina recordando que “en lo que va de año se han registrado 62 víctimas mortales en accidentes de trabajo”, en la Comunidad de Madrid.

Un día después, el viernes día 4 de septiembre, en el mismo medio, puede leerse una nueva noticia con el titular: “Muere un obrero aplastado por la pala de una excavadora”. La nota informa de que se trata de un obrero de 49 años y nos cuenta como sucedió, el nombre de la empresa donde trabajaba, la hora, lo que el trabajador hacía en el momento del suceso cuando una parte de la pieza se desprendía para aplastarle. Cuenta también que un rosario de obreros con caras serias desfilaron por la puerta de la nave, guardando silencio por la muerte de su compañero, un oficial de primera que llevaba más de 30 años en la empresa, pero en este caso no aparece ni su nombre ni las iniciales.

El paleto no entiende el motivo que justifica el anonimato de estos trabajadores, fallecidos trágicamente, mientras cumplían con la función más elemental y digna que puede realizar un ser humano, ganarse el pan con el trabajo.

El sindicato UGT advirtió esa semana de que las medidas de seguridad en los centros de trabajo han podido relajarse con eso de la crisis, al tiempo que concretaba: con este fallecido van 63 muertos por accidente, en la Comunidad de Madrid.

Tengo duda de que los responsables de la secta que en defensa de la vida mostrara un cartel con las imágenes de un lince y un niño, sean capaces en algún momento de protagonizar una campaña en defensa del trabajador y el cumplimiento de la normativa sobre seguridad en el trabajo, para proteger su vida, pero estoy seguro de que tu que has llegado hasta aquí posiblemente sentirás cuanto menos vergüenza, viendo como un obrero que muere en su trabajo pierde su identidad para pasar a ser el número siguiente del registro de accidentes laborales.

El hombre puede ser lobo para el hombre, pero un estado de derecho no puede permitir esta sangría sin establecer las inspecciones necesarias para evitar el cumplimiento de todas las medidas legalmente establecidas. Para las empresas carentes de alma, una vida puede no valer nada, pero un obrero es una pieza fundamental en una sociedad que tendrá que pensar la forma de reconocer su grandeza y honrar ante sus familiares.
Es tiempo de negociación, y los sindicatos no pueden limitarse a comunicar que las medidas de seguridad en los centros tienden a relajarse.

Comentarios

  1. Si la historia no es espectacular para la prensa, como la del panadero que perdio su brazo y el empresario se desentendió de él, pasará desapercibido. El mejor regalo para las familias es devolverles vivo y sano al trabajador, la mayoría de accidentes se podría haber evitado, es como lo soldados enviados a Afganistan o cualquier guerra, no hay homenaje que valga, simplemente no haberles enviado a la guerra. Las bajas por accidentes y enfermedades son muy mal vistas por los empresarios, siempre -a priori- se piensa que el trbajador se lo está inventando.
    Un saludo.

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  2. Al negarles el nombre parece así que la noticia es más aséptica y hace menos daño. ¡Como si eso pudiera ser posible! Porque el daño ya está hecho y será dificil de olvidar para sus familiares.

    Los sindicatos ya no son lo que eran. Han perdido su espíritu de lucha quizá también porque los trabajadores que los forman han perdido la fe en la justicia. Pero cómo tener fe en estos tiempos. El otro día veía a ZP en la tele diciendo: "Os doy mi palabra" ¿Cuánto valen las palabras de los políticos. Yo no las creo. Sus palabras valen sus asientos, su egoísmo, su codicia. Ya sé que hay gente válida pero es más la inmundicia que la limpieza.

    La crisis lleva a muchas personas a hacer trabajos para los que no están preparadas y de ahí pueden sobrevenir algunos accidentes. Además de horarios inadecuados. O ausencia de descansos oportunos.

    ¡que mundo!

    biquiños,

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  3. Esta historia es muy antigua y se repite con demasiada frecuencia. Seguirá así. La explotación del hombre por el hombre es una "enfermedad" contra la que no se ha encontrado vacuna alguna. A veces son casos "anecdóticos" y otras verdaderas pandemias. Son noticias que incluso muchos medios "ignoran", como si no hubiese sucedido.Da lo mismo si se trata de un inmigrante que ha venido a nuestro pais para poder seguir viviendo, para poder comer algún día, como de un indígena por que al fin y al cabo no dejará de ser otro "paria" más.
    La noticia es que el banco tal en el primer semestre de este terrorífico año de crisis ha ganado 6.000 millones de euros (leer bien la cifra) Atención católicos eso además de ser pecado es una inmoralidad, una auténtica verguenza. Los medios andan estos días enzarzados en la polémica del puesto de trabajo de la hermana de la Princesa Leticia, en el Ayuntamiento de Barcelona. Yo soy republicano pero el gesto del Príncipe casándose con una "proletaria" de sangre roja y no azul (sin connotaciones peyorativass)es de alabar. La aristocracia no se lo perdona. Los medios afines tampoco y acusan a la princesa de "colocar" a la familia.¿En cuantos periódicos aparece la fortuna del Rey, los coches de que dispone, las propiedades que tiene sin pegaer golpe? El coronel Martinez Ingles tiene varios libros publicados (que nadie ha desmentido ni demandado) acusando a su Majestad de corrupto. En la televisión una tal Belén Esteban que hace años el torero Jesulín dejó preñada (luego abandonó a madre e hija)vive deputa madre presumiendo del polvo que le metió el torero sin preservativo.Somos un paçios ratro. ¿Somos diferentes?

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  4. Debemos también echar la culpa a los medios, para los cuales no es una noticia de altura, porque no tiene réditos financieros. Murió un trabajador, Jarque, y dieron horas y horas de noticia. Sin embargo, nada de los otros. 63 muertes son muchas muertes. Si lo más importante es la vida, ese número justificaría por si sólo que cada muerte estuviera en primera plana y que se hablara más de eso que de ETA. Pero no hay una bandera de mierda por enmedio. Tan sólo la dignidad. Y eso no es noticia.

    Carpe Diem

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  5. Para una empresa sólo somos nombres en un papel, por lo que si hoy faltas mañana llaman a otro y ellos a seguir forrándose.

    Es triste pero pasa, y seguirá pasando mientras no se tomen las medidas oportunas. Dedicarse a negociar con los empresarios en lugar de con los sindicatos es un grandísimo error.

    Ellos cuanto más puedan ahorrarse mejor, aunque dependa tu vida de ello. Ellos estarán en su sofá mirando los números de su cuenta bancaria mientras tu pierdes la vida en una zanja y tu nombre queda relegado a unas iniciales en un periódico...

    En fin.

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  6. Lástima que muchos trabajadores pasen por la vida sin tener conciencia de su condición.
    Gracias a todos por vuestros certeros comentarios.

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  7. Pues siento mucha vergüenza "viendo como un obrero que muere en su trabajo pierde su identidad para pasar a ser el número siguiente del registro de accidentes laborales".
    En todas partes es igual allí, o aquí en la Patagonia Argentina, y la clave es la educación y los gremios deberían tener un gran rol en ésta historia.

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