¿De quien es el dinero de Caja Madrid?

Nuestro dinero empleado en obras sociales

Al leer en “el plural” una carta del director de comunicación de Caja Madrid, Juan Astorqui, dirigida a Carlos Carnicero, no puedo por menos que preguntarme, ¿de quien es el dinero de Caja Madrid?.

Veréis, el Sr. Astorqui muy en su papel, aclara que la carencia de dos años del préstamo concedido al Real Madrid, a un interés del euribor más dos puntos, supone el pago de interés, aunque no del principal,(vamos que no es que no pague nada durante esos dos año), al tiempo que también aclara que el precio del BMV comprado por Caja Madrid a su presidente, Miguel Blesa es de 500.000 € (83 millones de pesetas).

De forma que los ahorros que uno como cliente, deposita en Caja Madrid, pensando que se trata de una entidad financiera, caracterizada por dedicar sus beneficios a obras sociales, resulta que utiliza el dinero para propiciar obras humanitarias de gran calado:

a) comprar un coche de 500.000 € para uso y disfrute de su presidente.

b) Posibilitar con un préstamo de características similares a un hipotecario, el traspaso de un jugador de fútbol, que por otra parte, disfrutará del paraíso fiscal, montado en España para futbolistas, ya que se les permite tributar al tipo del 24% y no el 43%, que pagan los nacionales que se ajustan a ese nivel salarial.

Pues bien, no se entiende tanto despropósito, máxime cuando es posible recalificar terrenos y edificar torres, si como ya es conocido, se cuenta con beneplácito generalizado.
Por otra parte parece una falta de respeto de gran tamaño, actuar con el Real Madrid y sus seguidores como si de pobres se tratara, facilitando el préstamo con unas condiciones económicas, que se entienden justificadas para necesitados, en el ámbito de la caridad piadosa que presumiblemente dedica la Obra Social de una Caja de Ahorros, , pero difícilmente si aplica en beneficio de un equipo de fútbol, por mucho que este utilice la bandera nacional.

A uno se le ponen los pelos de punta, al ver como en momentos tan críticos como los actuales, ante una crisis generada por la ambición y descontrol de estas entidades, continúan utilizando sus recursos ( nuestro dinero), con tanta indignidad, mientras se anuncia que para evitar la crisis financiera, tendremos que seguir aportando nuestro dinero de la mano del Gobierno, en este caso el del erario público.

Comentarios

  1. Es más difícil que un banquero entre en el cielo, que que un camello pase por el ojo de la aguja. ¿No era así el acervo?

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  2. Cierto Raul, pero limpios siempre limpios. Precisamente preparo un comentario sobre esto para incluir en breve.
    Gracias por asomarte a este nuevo blog. Espero sigamos en contacto

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  3. Es que es una vergüenza. Las cajas funcionan igual que los bancos, ganar y ganar dinero y una vez son insultantemente ricos, entonces, ganar todavía más.
    Un saludo, buen post.

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  4. Erprofe, gracias por tu comentario. Fíjate que las cajas por eso de no tener accionistas con los que repartir benéficos, tendrían que dedicarlos a fines sociales, pero es más que sociales son personales sueldazos y según parece disfrute de prebendas

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