Granados-Dolores-Rajoy. La cara espejo del alma o la soga en casa del ahorcado

“La cara es el espejo del alma” dice el consejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, en un encuentro con los medios de comunicación, refiriéndose a su compañero de partido Manuel Cobo, vice alcalde de Madrid, mano derecha de Gallardón y según parece personaje espiado por agentes dependientes de multiocupado Sr. Granados, quien después de soltar la frase se quedó tan ancho, que al pedir los periodistas que se explicara, se limitó a sonreír para sin más palabras zanjar el asunto.

Intentando entender el silencio del pluriconsejero, al ver su fotografía, utilizada para ilustrar el comentario, encontramos un careto adornado con gafas de diseño, tan modernas como sus pulseritas, atavíos que vienen a ser, como el marco que adorna y complementa una obra de arte. Su utilización en este caso se entiende ya que está plenamente justificada la pretensión de arreglar, lo que él dice es espejo del alma.

Pero amigos, el algodón no engaña y como cada uno es como es, la foto del respetable muestra una cara redonda, mofletuda con una mueca risueña, un tanto con perdón, bobalicona, que resalta su prominente nariz. Al tiempo como consecuencia de mirar directamente a la cámara con gesto autosuficiente, propio de un cargo tan multicompetente, aparecen los ojos pequeñitos, medio ocultos, casi cerrados, resaltando notablemente sus pobladas cejas, acordes con un abundante pelo rizado, que le presenta como la viva reproducción de la muñeca chochona, esa que aparece colgada de un hilo en las tómbolas de feria.

Total que en medio de esta reflexión, por eso de que estamos de fiesta en el pueblo, suena la canción del verano; no me llames Dolores llámame Lola, y la Lola dale que dale, de blanco Purísima con el estribillo, no me llames Dolores llámame Lola, y luego la copla, que están los agentes del estado con la oreja puesta, escucha que escucha a la buena Lola, sin perseguir a los de la ETA.

Está la mosca cojonera del verano, dale que dale, como si no supiera que los espías que se tienen en jaque, persiguiendo sombras unos a otros son de su partido, cuando el Tancredo de D. Mariano, sin enterarse de que el toro se le viene por la derecha, aparece para acusar a Zapatero de “inquisidor” y aclarar que los cantos de Lola ”los apoyamos y respaldamos todos dentro del partido”. Es de sobra conocido que cuando todos opinan igual alguno no piensa, pero ahora, como cuando se apoyaba la guerra contra las armas de destrucción masiva, todos a una.

Con más moral que el platanito, tirando la piedra y escondiendo la mano, proclamando que las pruebas de sus acusaciones las tienen que aportar el gobierno, que los tiempos están cambiando y ahora los pájaros disparan a los cazadores, es posible que el becerrillo de la política les prepare un revolcón, difícil imaginar, pues tanta desfachatez puede ocasionar un meneo que ni en noche de consumación.

Eso sí, méritos no le faltan a Dolores con tanto bolo playero, para protagonizar el mes de agosto del próximo calendario Michelín.

Total que visto lo visto, uno con los pelos de punta, se marcha a tomar una tila fresquita, pero con la boina puesta, pues parece que estos calores hacen estragos.
Recuerda el paleto a su abuelo cuando decía “que empeño tienen algunos en mentar la soga en casa del ahorcado”, y es que no usan el espejo más que para ver como les quedan los complementos de diseño. Menuda tropa que decía el otro.